El propósito y la moral
Desde una visión nihilista, nada de lo que hacemos tiene un propósito, nuestra existencia es tan irrelevante como la de un perro sin dueño nacido en la calle, y aún así no se nos hace posible concebir una existencia intrascendente, buscamos darle sentido a nuestras vidas y nuestras acciones con religión, filosofía y quizá otras ciencias y creencias, anhelamos dejar un legado al mundo, dejar una marca con nuestro nombre en ella, para que las situaciones que enfrentamos en vida, las adversidades que superamos y las que no, tengan una recompensa perenne, o que al menos, nos sobreviva. Nos convencemos con una moral que quizás ajena a nuestra propia naturaleza, nos engañamos en la falsa promesa del altruismo cuando en verdad, detrás de ello perseguimos un beneficio personal de cualquier índole. A toda costa intentamos sobrevivir en un mundo que no es estrictamente hostil como lo era hace milenios o siglos atrás. Instauramos nuevas leyes y reglas sociales para convivir unos con otros, ciment...