“Los buenos amigos se vuelven una familia”


Es una expresión muy popular, pues un amigo es aquella persona que nos conoce, que nos acepta y decide estar con nosotros a pesar de nuestros defectos y  virtudes. Nos conoce, nos aprecia y decide estar con nosotros, sin tener ningún lazo sanguíneo que (de alguna u otra manera) lo obligue. Un amigo es la voz que necesitamos escuchar cuando las cosas van mal, un amigo es el abrazo por el cual sobrevivimos un día, una semana, un mes o más, es el hogar que encuentra nuestro corazón , donde podemos ser nosotros mismos, donde no encontramos un juez, un verdugo, un interrogador.
Un amigo es el sentimiento cálido cuando escuchamos una canción, cuando sentimos la briza vespertina en la primavera, un amigo es el cálido rayo de sol en la mejilla en una mañana fría de invierno, un amigo es la familia que escogimos, un amigo es la familia que nos adopto.
La vida tiene la capacidad de tornarse un caos, de tornarse oscura y encerrarnos entre cuatro paredes en completa oscuridad. No todos tenemos la fortaleza para encontrar la luz al final del túnel, para saltar encima de la muralla y correr kilómetros para llegar a un lugar seguro. Entre tanta soledad, tristeza y desesperación, un amigo es un salvavidas, es la persona que decide estar con nosotros, sin obligaciones, sin reglas sociales que lo mantengan a nuestro lado en contra de su voluntad, un amigo nos da ayuda sin que ésta sea requerida, un amigo nos abre las puertas de su vida complacido, un amigo se mantiene a nuestro lado siempre, pensando en nosotros y no en el beneficio que éste adquiera por permanecer a nuestro lado.
Podemos vivir sin una familia, podemos venir de ningún lado y permanecer a ninguna parte, pero no concebimos una existencia sin amigos. Cuando nuestras familias y nuestras relaciones fracasan, están nuestros amigos sosteniéndonos la mano, ofreciendo el hombro para recostar nuestras cansadas cabezas y atormentada mentes, listos con las palabras que necesitamos escuchar, preparados para escucharnos y con el amor incondicional inmenso para no juzgarnos por nuestros errores, para pasarnos una mano, aunque no la merezcamos. Un amigo es un regalo de la vida, un pedazo de cielo que no siempre no merecemos, una familia que está unida por una fuerza mucho más grande de la sangre.
A todos ustedes… espero merecerlos algún día.

Comentarios

  1. Cuantos amigos con esas descripciones tenes? Que puedas considerar familia?

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